jueves, 30 de septiembre de 2010

LA INFACNIA EN SITUACIONES ESPECIALES DESDE LA MIRADA DE LA LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL

LA INFANCIA EN SITUACIONES ESPECIALES DESDE LA MIRADA DE LA LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL


Por: Diana Carolina Ramos Castañeda[1]


RESUMEN:
Concepciones y trabajo de la vulnerabilidad desde el trabajo desarrollado por los practicantes de la Licenciatura en Pedagogía Infantil en IX semestre,  situando como eje de trabajo a la infancia en situaciones especiales. Trabajo interdisciplinar llevado a cabo entre los diferentes actores de la práctica formativa entre los que se encuentran el núcleo familiar, el contexto educativo y los estudiantes de la Licenciatura en Pedagogía Infantil, como referente para el abordaje en el contexto educativo desde la perspectiva de  practica formativa.

PALABRAS CLAVES:
Vulnerabilidad, escuela, familia, desplazamiento, pobreza, trabajo infantil, educación, infancia en situaciones especiales.

DE QUE PARTIMOS…
La vulnerabilidad es un tema de estudio retomado y trabajado, por diferentes agentes dentro del trabajo con grupos focalizados de estudio que se encuentren en esta situación bien sea por factores internos o externos, que están determinados por el contexto en el que se hayan inmersos en los diferentes ámbitos en donde se desarrollan cotidianamente. En este artículo pretendo dar a conocer las características del desarrollo de la práctica formativa de IX semestre de la Licenciatura en Pedagogía Infantil, en torno al reconocimiento y tratamiento de la vulnerabilidad desde el manejo pedagógico en los contextos donde esta práctica tiene lugar (contexto educativo), la manera como es abordada esta problemática, los actores que participan en el desarrollo y abordaje de la problemática entre otros aspectos. En este artículo se presenta la problemática evidente en el desarrollo de la práctica formativa como tal y algunos referentes, mediante los cuales se puede redimensionar la práctica formativa en miras de un primer paso hacia la investigación educativa en estos lugares de intervención pedagógica.

La vulnerabilidad: Desde la perspectiva de  un trabajo integrado entre la escuela y los diferentes contextos y actores.

El tema de vulnerabilidad, tomado como un tema de estudio en la práctica pedagógica de la Licenciatura en Pedagogía infantil, es trabajada como un referente, gracias al cual se puede desarrollar la práctica formativa en un semestre específico (IX semestre en este caso), la vulnerabilidad es una condición en la que se instauran  algunos seres  humanos, que prevalece en su cotidianidad en la medida en que no es abordada o tratada según sea el caso de acuerdo, con la complejidad de la misma.

Esta es una condición latente en algunos de los sujetos, con los que llevamos a cabo nuestro quehacer pedagógico día tras día, por la cual están dada las circunstancias de su contexto y de su situación en sí misma; sujetos que hacen parte del sistema educativo que por una u otra razón encuentran en su contexto una carencia que no les permite desenvolverse plenamente y gracias a la cual manejan unas dinámicas sociales que en algunos casos, influyen en la relación con otros, o su desarrollo en determinado contexto que se restringe por dichas carencias bien sea propias o del contexto en general.

¿A quién le interesa trabajar la vulnerabilidad?

La práctica formativa en la Licenciatura de Pedagogía Infantil está planteada, desde la perspectiva del desarrollo de proyectos; gracias a los cuales se puede llevar a cabo una temática en particular según el semestre correspondiente a la misma, este abordaje desde un referente especifico, hace que dicha práctica ponga en juego el aprendizaje previo de la temática (tema de estudio - conceptualización teórica); y la contextualización del mismo en un sitio en particular (contexto educativo)[2], en donde pueda hacerse evidente dicha problemática con el grupo poblacional de trabajo. Esta práctica formativa hace parte del proceso de formación, gracias al cual, los estudiantes tienen un acercamiento al contexto educativo y en el cual se ponen en manifiesto los referentes teóricos de fundamentación conceptual con la experiencia en el campo de trabajo.

Está practica pedagógica retoma elementos importantes, en la formación de los estudiantes del proyecto curricular,  ya que en un orden secuencial dado a partir del segundo semestre de desarrollo de la formación profesional, se hacen las intervenciones de este tipo en cada uno de los semestres que lo preceden, abordando diferentes áreas de trabajo, en las cuales se enmarcan las dinámicas sociales de los diferentes grupos poblacionales de trabajo, que hacen dé esta experiencia algo enriquecedor que invita a repensar el rol que tienen los Licenciados en Pedagogía Infantil de su trabajo como agente educativo; en el que convergen diferentes miradas y propuestas de trabajo que contemplen un grupo poblacional enmarcado en la diversidad; pero que convoca a llevar a cabo un trabajo integrado e incluyente, que retome todos los ámbitos en los cuales se desarrollan los niños que hacen parte de las diferentes instituciones en donde tiene lugar dicho trabajo.

Esta práctica formativa pensada en criterios de implementación de una propuesta de trabajo de manera inicial, no está estructurada como un proceso, desde el cual se pueda  originar el desarrollo de la investigación educativa,  ya que la continuidad está mediada por la existencia de los convenios (establecidos entre el proyecto curricular y las diferentes instituciones); y la particularidad de cada uno de los semestres, que a medida que transcurre el tiempo van modificando sus propuestas de trabajo, lo cual desdibuja totalmente la posibilidad de retomar el trabajo iniciado por el grupo de práctica inmediatamente anterior, este factor no es tomado en cuenta por el grupo que desarrollará un trabajo complementario en el semestre siguiente del año lectivo, por que los informes de práctica de dicho grupo se retoman como un elemento de estudio sobre la creación de los mismos y no como un instrumento que puede dar luces a la fase del proceso en el que se situaba tanto la población, como los practicantes, los alcances conseguidos con la propuesta de trabajo y las recomendaciones acerca de la continuidad del mismo.

Otro de los factores que restringe dicho trabajo es el tiempo; elemento que limita el accionar de los practicantes por la estructura de la práctica formativa, que se reduce a algunos espacios cedidos por la docente titular que en un marco de referencia global corresponde a una fracción mínima de días hábiles con los que se puede contar para la implementación de la propuesta (este tiempo se reduce por reuniones en las instituciones educativas, días festivos, celebraciones, actividades particulares entre otras), adicionalmente la orientación que tiene lugar a como se va desarrollando el proceso hace que el tiempo sea un factor variable y necesario para conseguir los resultados esperados por todas las instancias que hacen parte de dicho proceso.

Estudiar en el proyecto de Licenciatura en Pedagogía Infantil[3] [4]de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, significa un verdadero reto para la persona que se encuentra o pretende ingresar a este programa de estudios, por la complejidad del programa y por la manera como se hace un acercamiento a la infancia desde la teoría, y poco cercana al contexto donde se encuentra el objeto de estudio de este proyecto curricular, esta afirmación se hace con base en el plan de estudios dispuesto para la formación de los futuros educadores de la infancia en esta área disciplinar, ya que se establece un programa académico, en el cual se enfatiza en la formación de contenidos y la fase practica o implementación de los mismos se lleva a cabo a partir del segundo semestre de estudio de dicha carrera con una intensidad horaria poco significativa,  para la  adquisición de experiencia en el contexto educativo.

Este factor hace que en momento de confrontarse con esa experiencia en algunas ocasiones se parezca a un naufrago en el espeso mar, eso quiere decir que en el momento de llegar a dicha confrontación con la realidad en algunas ocasiones nos encontremos sin herramientas para llevar a cabo este proceso o aunque las tengamos en determinadas circunstancias, son precarias con los casos que en contexto educativo se encuentran bien sea por el contexto o por las situaciones particulares de los individuos en especifico.

Es por esto que el tema que centra mi atención en el desarrollo de este artículo es, en especial una de ellas; tomada de este marco de referencia y se sitúa en el estudio de la “Infancia en Situaciones Especiales”, para el desarrollo de esta práctica como las que la anteceden se fundamenta en un referente conceptual antes de ingresar al contexto donde se encuentran los actores principales de dichas problemáticas, en este acercamiento teórico se articulan temas de estudio tales como vulnerabilidad, resiliencia, trabajo infantil, desplazamiento, maltrato infantil; entre otros temas que hacen de una u otra manera tener un mayor entendimiento de las problemáticas presentes en los contextos escolares donde se lleva a cabo dicha práctica formativa. 

Este es tan solo un ejemplo de los espacios en donde se desarrolla la práctica formativa, esta se enmarca en un tema de profundización según sea el semestre a cursar.


El desarrollo de esta práctica en particular, al igual que algunas otras sufre de deficiencias en cuanto a la implementación, desarrollo y resultados alcanzados, ya que existen problemas de fondo que no ha sido posible solucionar por la autogestión que se lleva a cabo en la organización semestral de la misma, bien sea por la persona que la dirige, o por la cancelación de convenios entre el proyecto curricular y las instituciones, o por el simple hecho de que no responda a las necesidades de los estudiantes de utilizarla como un espacio para que se pueda llevar a cabo la investigación educativa.

Esta práctica presenta de manera latente una problemática en particular en que el espacio no es propicio para la consecución de los proyectos generados por los practicantes dentro de las instituciones educativas; ya que con el trascurrir de los semestres se quedan en lo que se hizo y al comienzo del semestre inmediatamente posterior los practicantes que harán parte de este contexto educativo iniciaran un nuevo proyecto perdiendo el hilo conductor del trabajo anterior con los estudiantes del contexto educativo, logrando así con el transcurrir del tiempo una desazón general por la forma en que se toma y entiende la práctica en el desarrollo y logros alcanzados por la misma en el trascurrir de los semestres.

Tome como referente el eje temático de Infancia en Situaciones Especiales  y centro mi atención en los diferentes tipos de vulnerabilidad encontrados en la población de trabajo de la Práctica Formativa de IX semestre del proyecto curricular de la Licenciatura en Pedagogía Infantil, este es uno de los temas que en la actualidad está presente en cada uno de los contextos en los que se lleva a cabo la práctica formativa ; pero que de acuerdo con el eje temático lo dejamos a un lado aislando una problemática latente en los niños y niñas en sus contextos cercanos; por lo anterior considero que este articulo puede considerarse como una herramienta que en determinado momento puede ser útil en la manera como se acerca a los estudiantes del proyecto curricular y el inicio en la renovación del quehacer pedagógico dentro de este espacio de formación ubicado en el proyecto curricular de la Licenciatura en Pedagogía Infantil. 

Adicionalmente se puede sugerir una nueva mirada a este espacio curricular desde el enfoque de cómo tomar la práctica formativa, como un espacio en el cual se puede desarrollar la investigación de corte pedagógico, logrando la compenetración y mejoramiento entre las áreas que hacen parte de cada uno de los semestres a cursar en esta licenciatura comenzando por IX semestre.

El hecho de trabajar en esta problemática, implica un reconocimiento de mi rol como sujeto activo en esta sociedad, gracias al cual puedo ejecutar acciones pedagógicas, que contribuyan al mejoramiento o mediación en el manejo de las diferentes de manifestaciones de vulnerabilidad que se han evidenciado en los grupos poblacionales con los que se ha llevado a cabo esta práctica hasta el semestre en curso; generando conciencia sobre lo que implica para todos los entes relacionados garantizar el derecho a la educación de los niños y las niñas que se encuentran en alguna condición de vulnerabilidad.

Tomando en cuenta lo anterior cabe la pena anotar que el hecho de que algún niño, niña o joven se encuentre en situación de vulnerabilidad trae consigo  implicaciones en todas las áreas donde se desenvuelven cotidianamente estos sujetos como lo son el contexto familiar, escolar, el establecimiento y ejercicio de las relaciones interpersonales, así como los diferentes tipos de socialización.

De acuerdo con lo anterior resaltaría uno de los propósitos que trae consigo este articulo y es reconocer las implicaciones que tiene la practica formativa en los espacios y con los actores que han tenido algún tipo de vinculación con esta práctica formativa, centrada en el manejo de la vulnerabilidad con un énfasis pedagógico, generando cambios en los espacios y con los actores que han hecho parte de esta práctica dando lugar a nuevas miradas y dinámicas de trabajo dentro de los diferentes escenarios sociales.

En este caso particular voy a enfatizar este escrito, en el contexto educativo donde se ha venido desarrollando esta práctica desde hace algunos años (Instituciones Educativas Distritales –IED-); ya que es el contexto más recurrente como escenario de trabajo de los practicantes del proyecto curricular. Cabe la pena resaltar que el contexto familiar es una de las fuentes referenciadas en este estudio por la información que se consigue, y donde tal vez se originan los diferentes tipos de vulnerabilidad que aquí serán estudiados.

¿Donde se origina la vulnerabilidad?
El origen de esta problemática se instaura en el contexto de trabajo, como un fenómeno evidente en gran parte de la población;  en una escala valorativa en aumento durante los últimos años; digo que en aumento ya que durante la práctica formativa se evidencia la incidencia de esta situación en el contexto escolar afectando el optimo desarrollo de los niños, niñas y jóvenes con los que se encuentran los practicantes a diario y plantean las crisis por la que pasan en su cotidiano vivir.

Las familias de estos niños se caracterizan por manejar este tipo de situaciones de manera superficial, sin generar ningún efecto significativo que de lugar a la resolución o manejo de la vulnerabilidad según sea el caso. Considerando esta situación como irrelevante frente a la labor de educar personas de bien y los hombres y mujeres del futuro.

Esta situación me ha permitido analizar detenidamente los factores que llevan a los diferentes entes de la comunidad educativa a participar en el mejoramiento o mediación de la vulnerabilidad de manera insuficiente argumentando que la carencia de recursos humanos y económicos, la no solvencia de las necesidades básicas, los remite a la desesperación y la impotencia de no poder sobrellevar esta situación y decantar su mala suerte en sus hijos.

Se hace necesario por ello una identificación de como se da el manejo e intervención de la vulnerabilidad de los niños, niñas y jóvenes en los diferentes contextos donde se desenvuelven para determinar sus incidencia en su formación integral como personas.
Con lo cual se puede ir en busca de estrategias que posibiliten en surgimiento de espacios de intervención que permitan suplir, mejorar o aplacar esta situación ubicando el hogar y la escuela como los espacios  pertinentes para llevar a cabo este trabajo.

Es necesario hacer una conexión con el ámbito escolar ya que es en su seno donde cobran significación los principales manifestaciones de los diferentes tipos de vulnerabilidad; escenario que por su carácter privado en ocasiones suele ser inasequible. 
Por lo tanto, desde una perspectiva social y ecológica, debe reconocerse la influencia que el contexto social ejerce sobre la vida familiar, puesto que en la familia no existe como una unidad independiente de otras organizaciones de la sociedad.

Según Berger y Luckman[5] “La familia es el primer escenario de socialización donde se instauran las bases de  las relaciones sociales del niño con su contexto social”. Adicionalmente Garbarino plantea que (1986)[6], la familia es un sistema social inmerso en el entorno social más amplio del vecindario y la comunidad. La familia considera como un conjunto de individuos, en interacción, involucrados en un proceso continuo de autodefinición e interpretación de la realidad que nos rodea.         

De esta manera cuando los miembros de una familia se comunican entre sí, esta comunicación da lugar a la percepción de sí mismo y frente a otros miembros ocasionando en determinados momentos una sensación de ser una persona no valiosa, y sus conducta hacia él se presentaría con el rechazo  que puede manifestarse de manera  evidente, ya que los fines de la escuela se enfatizan en la transmisión de contenidos y ejecución de planes de estudio relegando la parte psicoafectiva que está situada en un lugar relevante dentro de su desarrollo integral.

La Constitución Política de Colombia, con respecto a este referente plantea en el artículo 13, señala al respecto[7]:
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptara medidas en favor de grupos discriminados o marginados.
 El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan”.
Así el manejo de la vulnerabilidad desde esa perspectiva, implica que se trabaje desde la relación que se establece entre los contextos en los que el niño, niña o adolescente se desenvuelva para que se lleve a cabo una integración formal en el manejo de la misma, logrando una participación de estos contextos generando acciones significativas en esta mediación; para esto y en relación con la práctica se reconoce la temática de trabajo desde los referentes teóricos, se hace una aproximación en el contexto educativo con los actores que la poseen y desde allí se da inicio a un trabajo interdisciplinar que da lugar a una comprenetración en el contexto con diferentes miradas que dan lugar al manejo de la problemática con el fin de mejorar en parte el desarrollo de la persona en el contexto o mediando para que esta situación no repercuta en su desarrollo integral. 

Este trabajo es significativo en la medida en que se puntualice sobre los puntos de convergencia que dan lugar a la problemática, los agentes que hacen que prevalezca y la manera tal vez eficaz de suprimirla o aplacarla. Y así se materializa la intervención pedagógica hecha por los practicantes y es el factor que determina la viabilidad de los proyectos planteados en el inicio de la práctica; el hecho de que una intervención pedagógica se medie por el tiempo de ejecución implica que hay que llevar a cabo un trabajo constante y permanente para que los resultados de la intervención sean claros y evidentes. Por eso la necesidad de que sea un trabajo continuo y permanente.

Entendido esto la vulnerabilidad[8] puede reconocerse como un concepto multidimensional en la medida en que se hace evidente en diversos planos de bienestar de los individuos, grupos y comunidades. Es así como la vulnerabilidad es entendida como la condición que se aplica a aquello que puede ser herido o recibir lesión física o moral. Este daño puede producirse por un evento adverso (riesgo) externo o interno, cuando el individuo no tiene capacidad de dar respuesta al riesgo, (ya sea por carencia de defensas eficientes o ausencia de apoyos externos) o es incapaz de adaptarse a las nuevas situaciones generadas por su exposición al mismo. 

La vulnerabilidad[9] coloca a quien la padece en una situación de desventaja en el ejercicio pleno de sus derechos y libertades, anulando el conjunto de garantías y libertades fundamentales, de tal forma que las personas, grupos y comunidades en esta situación tienen derechos únicamente a nivel formal, ya que en los hechos no se dan en las condiciones necesarias para su pleno ejercicio. 

Dentro de las diversas dimensiones de vulnerabilidad se sitúa en nuestro caso particular de estudio la vulnerabilidad social. Por ella se entiende el grado de riesgo que la persona corre por su sola pertenencia a una clase, grupo, estrato social, minoría etc., en contextos sociales, históricos y culturalmente determinados y que la habilita en invalida, en la satisfacción de su bienestar inmediato o futuro (Perona, Nerida y otros:2000, 22).[10]

La vulnerabilidad social se expresa de diferentes formas, según los factores internos y externos que la generen.
-       Desde los factores internos como fragilidad e indefensión ante cambio originados en el entorno, como debilidad interna para afrontar concretamente los cambios necesarios del individuo o comunidad y aprovechar el conjunto de oportunidades que se le presentan, como inseguridad permanente para pensar estrategias y actuar a futuro para lograr mejores condiciones de bienestar.
-       Desde los factores externos: como desamparo institucional desde el Estado, el mercado y la sociedad civil que no contribuyen a fortalecer ni a cuidar sistemáticamente a los ciudadanos (Busso:2001, 8)[11]

En relación con la vulnerabilidad social, esta se puede entender como la acción llevada a cabo por personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida.[12]
DESPLAZAMIENTO FORZADO
Los dos elementos básicos para catalogar el desplazamiento forzado interno son: la coacción que hace necesario el traslado forzoso de una persona o grupo de personas, y su permanencia dentro de las fronteras nacionales.

Para evitar confusiones y errores es necesario precisar qué significa ser desplazado y su diferenciación con otros términos. En primer lugar, es necesario tener en cuenta que existen tres grandes tipos de emigrantes, en razón de la causa que genera el desplazamiento:
Ø  Emigrantes por causas socio-económicas: o sea, aquellos originados por el deterioro de las condiciones de producción, en especial agrícola, y la consiguiente ausencia de medios de subsistencia.
Ø  Emigrantes por desastres naturales: es decir, aquellos originados por inundaciones, avalanchas, deslizamientos, etc.
Ø  Emigrantes por razones políticas: es decir, aquellos que se ven obligados a migrar en razón de los procesos políticos de sus países, en especial por conflictos.
Desplazados (internos): "Es desplazado toda persona que se ha visto obligada a emigrar, dentro del territorio nacional, abandonando su localidad de residencia o sus actividades económicas habituales, porque su vida, integridad física o libertad han sido vulneradas o se encuentran amenazadas, debido a la existencia de cualquiera de los siguientes situaciones causadas por el hombre: conflicto armado interno, disturbios o tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de Derechos Humanos u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público" .[13]
Dentro de los desplazados internos la Asociación Suyasun - institución que trabaja con familias desplazadas por la violencia ubicada en Lima, Perú - expone tres escenarios de desplazamiento:
a. Desplazamiento interregional: Movilidad hacia pueblos cercanos o anexos, donde la concentración de población es mayor. El objetivo es ser menos vulnerable a los ataques o amenazas.
b. Desplazamiento extra regional: Movilidad hacia ciudades capitales de los departamentos. Significa mayor desarraigo y cambios culturales más severos o radicales.
c. Confinamiento en zonas rurales: La población se reduce a campamentos para preservar sus vidas. Por lo general, ante la violencia subversiva, los pobladores buscan protegerse incluso ante la imposibilidad de salir de la región.
El Desplazamiento Masivo[14] es otro de los tipos de desplazamiento forzado. Se considera desplazamiento masivo cuando diez (10) o más familias, o, más de cincuenta (50) personas se desplazan en las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar, de acuerdo a lo contemplado en el decreto 2569 del 12 de diciembre de 2000; en este caso los comités municipales, distritales y/o departamentales de atención a población desplazada son convocados para definir el plan de atención.
TRABAJO INFANTIL

Según el Comité Inter – institucional para la erradicación del trabajo infantil, ” se entiende por trabajo infantil toda actividad de comercialización, producción, transformación,  distribución o venta de bienes o servicios, remunerada o no, realizada de forma independiente  o al servicio de otra persona natural p jurídica, por personas que no han cumplido los 18 años de edad.”

Así las actividades desempeñadas por menores, tales como los trabajos de cualquier clase remunerados o no, ocupaciones de tiempo completo, quehaceres que interfieren con la asistencia escolar, tareas de explotación o perjudiciales, [15] labores que violan las leyes nacionales o internacionales sobre trabajo infanto-juvenil, son algunas de las definiciones más comúnmente utilizadas.

Es importante aclarar que no existe unanimidad acerca de los límites de la niñez y de la juventud, lo que complica la diferenciación entre trabajo infantil y juvenil. Dentro de los términos de la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU 1989), “se entiende por niño todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”.[16] La definición y los matices operacionales del término “juventud” varían a menudo de país a país, dependiendo de los factores socio-culturales, institucionales, económicos y políticos específicos.

Según la División de Población de la ONU, la niñez está comprendida entre los 0 y los 14 años, mientras que los jóvenes son las personas con edades entre los 15 y los 24 años de edad. Para algunos investigadores, según el contexto, el período juvenil “puede extenderse entre un rango máximo desde los 12 a los 35 años, como se aprecia en algunas formulaciones de políticas públicas dirigidos al sector juvenil”.[17]

Para nuestro país, a partir del año 2001, el DANE ha clasificado los menores trabajadores: [18]
Menor trabajador tradicional. Son aquellos que ejercen ocupaciones remuneradas o no en el mercado productivo por una hora o más a la semana. Igualmente aquellos que están buscando trabajo.[19]
Menor trabajador doméstico. Son aquellos que realizan oficios domésticos como actividad principal o por más de catorce horas semanales.
Menor trabajador. Corresponde a la suma de todos los menores que son clasificados como trabajadores según las dos definiciones anteriores.

Recientemente esta posición ha encontrado detractores quienes afirman que no hay evidencia para decir que la participación económica de las y los niños y jóvenes amenace el empleo o los salarios de los adultos, y que no todos los trabajos son perjudiciales para los menores. Antes bien, se considera que en la mayoría de los casos el trabajo del menor genera una contribución económica que alivia la pobreza de los hogares.

De acuerdo a esta perspectiva, el problema real del trabajo infantil y juvenil está en el maltrato al que son sometidos muchos menores y la solución no se da en la exclusión de éstos del mercado laboral sino en la aplicación de programas que ayuden a prevenir este abuso.
Finalmente, la línea de pensamiento del trabajo infanto-juvenil desde el punto de vista específico de la niñez ubica los derechos, el desarrollo y el bienestar del menor como ejes fundamentales. Bajo este marco referencial se sostiene que las políticas para enfrentar este fenómeno deben partir de un sólido entendimiento de los niños y jóvenes y de su situación, incentivando incluso la participación de menores trabajadores en el diseño de las iniciativas para hacerle frente al trabajo infantil y juvenil.

Pobreza
La Pobreza es la carencia de recursos necesarios para satisfacer las necesidades de una población o grupo de personas especificas, sin tampoco tener la capacidad y oportunidad de como producir esos recursos necesarios.
Sin duda la pobreza es relativa y se mide de diferentes formas.
La definición de pobreza exige el análisis previo de la situación socioeconómica general de cada  área o región, y de los patrones culturales que expresan el estilo de vida dominante en ella.
Por ejemplo para un habitante de un país desarrollado ser pobre tal vez signifique no tener automóvil, casa de verano, etcétera, mientras que en un país no desarrollado, en vías de desarrollo o subdesarrollado, signifique no tener que comer, vestir o con que curarse. Sin embargo, en sus respectivas sociedades, ambos son pobres, porque pertenecen al escalón más bajo de la distribución del ingreso

CONCLUSIONES

-       De acuerdo con lo anterior se puede deducir que la pertinencia de la implementación de la practica formativa implica un acercamiento a las problemáticas propias de los sujetos con los que se lleva a cabo dicho trabajo.
-       El reconocimiento de todos los actores que confluyen a que la vulnerabilidad tenga lugar en un momento determinado.
-       Conocer los antecedentes que dieron origen a la vulnerabilidad para mediar o trabajar en esta situación.
-       El uso de estrategias pertinentes, da origen a resultados acordes para la intervención pedagógica que se lleva a cabo durante el trabajo en el contexto de trabajo.
-        Las propuestas llevadas a cabo por los practicantes deben focalizar la problemática de trabajo para mediar en su tratamiento.
-       Las prácticas pedagógicas deben ir encaminadas al desarrollo de investigación educativa.

BIBLIOGRAFIA

BERGER, Peter. LUCKMAN, Thomas. La construcción social de la Realidad. Amorrotu Editores. 2001. Argentina.

BUSSO, Gustavo. Vulnerabilidad Social, nociones e implicaciones de políticas para Latinoamerica a inicios del siglo XXI. CELADE. Santiago de Chile, 2001.

Convención que trata los aspectos específicos del problema de los Refugiados en Africa, de la Organización para la Unidad Africana (1.969), citado por Josep Ricart i Oller, El Largo Exodo de los Refugiados y Desplazados, Barcelona: Intermón, 1.995, p. 7.
Convenio No 182 de la Organización Internacional de Trabajo OIT

Declaración de Cartagena, de la OEA (1.984).

Definición de desplazado dada en la Reunión Técnica de la Consulta Permanente sobre

Desplazamiento en las Américas. Red de Solidaridad Social. Programa de Atención
Directa a Desplazamientos Masivos. Presidencia de la República.

GALVIS MUÑOZ, Carmen Cecilia. MUÑOZ CASTILLA, Marcela. No somos vulnerables: escuela y niñez en situación de vulnerabilidad. Bogotá: Alcaldía Mayor, 2006.


http://www.unicef.org.co/12-texto.htm


Ley 387 de 1997 (Legislación colombiana)

Ley No. 375 del 4 de julio de 1997.

PERONA, Nerida y Otros. Vulnerabilidad y exclusión social: Una propuesta metodológica para el estudio de las condiciones de vida de los hogares. Ponencia. Univerisas de Bio Bio, Chile,2000.

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS. Proyectos curriculares y Académicos. Pregrado. Citado en 17 de septiembre de 2010.



[1] Estudiante de la Licenciatura de Pedagogía Infantil. Artículo elaborado para optar por el titulo de Licenciada de Pedagogía Infantil de la Universidad Distrital.
[2] Este criterio para la selección del lugar de práctica se ajusta, de acuerdo a los convenios existentes entre el Proyecto curricular y las instituciones educativas. La temática de trabajo se hace evidente en el grupo poblacional con el que se lleve a cabo dicha práctica,  y por lo regular se maneja de acuerdo con unos parámetros establecidos tanto por el proyecto como por las instituciones educativas.
[3] Programa de formación académica en pregrado de la facultad de ciencias y educación; acreditación previa según Resol. 1259 del 17 de mayo del 2000, MEN.
[4] UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS. Proyectos curriculares y Académicos. Pregrado. Citado en 17 de septiembre de 2010.
[5] BERGER, Peter. LUCKMAN, Thomas. La construcción social de la Realidad. Amorrotu Editores. 2001. Argentina.
[6] GARBARINO (1986)[6]
[7] Constitución Política de Colombia 1991, Titulo II, De los derechos, las garantías y los deberes.

[8] GALVIS MUÑOZ, Carmen Cecilia. MUÑOZ CASTILLA, Marcela. No somos vulnerables: escuela y niñez en situación de vulnerabilidad. Bogotá: Alcaldía Mayor, 2006.
[9] IBID. Pág. 10.
[10] PERONA, Nerida y Otros. Vulnerabilidad y exclusión social: Una propuesta metodológica para el estudio de las condiciones de vida de los hogares. Ponencia. Univerisas de Bio Bio, Chile, 2000.
[11] BUSSO, Gustavo. Vulnerabilidad Social, nociones e implicaciones de políticas para Latinoamérica a inicios del siglo XXI. CELADE. Santiago de Chile, 2001.
[12] Según la ley 387 de 1997 (Legislación colombiana), “por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia”, se prevé como factores del desplazamiento la presencia de un conflicto armado interno, los disturbios y tensiones interiores, la violencia generalizada, las violaciones masivas de los Derechos Humanos, las infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público.

[13] Declaración de Cartagena, de la OEA (1.984).
[14] Definición de desplazado dada en la Reunión Técnica de la Consulta Permanente sobre Desplazamiento en las Américas. Red de Solidaridad Social. Programa de Atención Directa a Desplazamientos Masivos. Presidencia de la República.
[15] Según el Convenio No 182 de la Organización Internacional de Trabajo OIT, son consideradas como peores formas de trabajo infantil y juvenil: a) Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados; b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños u niñas para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas; c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes; d) El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños y niñas.

[16] http://www.unicef.org.co/12-texto.htm
[17] Esta indeterminación de los límites de la juventud se hace evidente en los países iberoamericanos donde se presenta una gran diferencia en los rangos de edad utilizados como referentes en el campo de las políticas de juventud: 7-18 en El Salvador; 12-35 en Costa Rica; 12-29 en México; 14-30 en Argentina; 15-24 en Bolivia, Ecuador, Perú, República Dominicana; 15-25 en Guatemala y Portugal; 15-29 en Chile, Cuba, España, Panamá y Paraguay; 18-30 en Nicaragua; menores de 25 años en Honduras; entre los 15 y 24 años de edad en Brasil.
[18] Estas definiciones se tomaron de DANE et al. (2003).

[19] Hasta el 2001 esta definición contabilizaba sólo a los menores trabajadores no remunerados que laboraban quince horas o más. Ver Lasso (2002) o Flórez, Knaul & Méndez (1994).

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